Bakāsana: El desafío del equilibrio sobre brazos
- Keren Parra
- 9 nov 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 jun 2024

Bakāsana o la postura de la grulla, es una de las āsanas de equilibrio más recurrentes en la practica del yoga. Nos ayuda a ganar fuerza en brazos y muñecas, a encontrar nuestro punto de equilibrio, trabajar la musculatura interna del abdomen, mejorar nuestra propiocepción y nuestro control corporal.
¿Cómo realizar el āsana?
1. Partimos de una posición en cuclillas o mālāsana (postura de la girnalda), con las manos bien abiertas y apoyadas firmemente sobre suelo, rodillas separadas y apuntando hacia los laterales (por fuera de los brazos) el tronco ubicado entre ellas. Las puntas de los pies están apoyadas en el suelo antes de comenzar a transferir el peso hacia adelante.
2. Tip para facilitar esta asana de equilibrio y balance: cuanto más espacio creemos entre las manos y más abiertas estén nuestras cadera, más sencillo será subir y mantenernos en suspensión.
3. Desde la postura de inicio inclinamos el torso hacia delante colocando el peso de nuestro cuerpo en nuestra zona media. La cabeza y el cuello deben mantenerse rectos y activos. Es importante focalizar la mirada en un punto un poco lejano por delante de nosotros, y no en el trozo de suelo que se encuentra directamente debajo.
4. Una vez que colocado el peso en nuestra zona media, comenzamos levantando uno de los pies del suelo, cuando estemos bien seguros, levantamos el otro. Debemos presionar bien el suelo con nuestras manos, distribuyendo el peso sobre ellas y utilizando los flexores de los dedos para no sobre cargar el talón de las muñecas; los codos están flexionados y las rodillas apoyadas sobre la mitad superior de los brazos, puntualmente sobre los tríceps.
5. Podemos comenzar con solo cinco o diez segundos para ir aumentando progresivamente los tiempos. Para desarmar la postura, apoyamos suavemente los pies en el suelo y movilizamos un poco las muñecas después de todo ese esfuerzo y trabajo al cual estuvieron expuestos.
Cuidados y modificaciones
Para evitar lesionar las muñecas, es importante calentarlas bien antes de practicar esta postura, y distribuir el peso de forma uniforme sobre las palmas de las manos, no solo sobre los dedos. También se puede usar una toalla enrollada o un bloque debajo de las manos para aliviar la presión sobre las articulaciones.
Para facilitar el equilibrio, se puede colocar un cojín o una manta debajo de la frente, para perder el miedo a caer y tener un punto de apoyo en caso de desequilibrio. También se puede practicar la postura cerca de una pared, para tener un respaldo.
Para modificar la postura, se puede practicar kākāsana o la postura del cuervo, que es más sencilla que bakāsana, ya que las rodillas se apoyan a los laterales de los brazos, presionando los tríceps y los brazos permanecen más flexionados. Otra opción es levantar solo un pie del suelo y alternarlos, para ir ganando fuerza, confianza y estabilidad.
Para salir de la postura, se puede volver a la posición de cuclillas, o saltar hacia atrás con los pies juntos, para entrar en chaturaṅga daṇḍāsana. Se recomienda relajar las muñecas y los brazos después de practicar esta postura.
Contraindicaciones
No se recomienda practicar esta postura si se tiene el síndrome del túnel carpiano, dolor en las muñecas o en los brazos, ya que se ejerce mucha presión sobre estas articulaciones.
Tampoco se aconseja hacer bakāsana si se tiene alguna lesión en las caderas, las rodillas o los hombros, ya que se requiere una buena movilidad y estabilidad en estas zonas.
Las personas que sufren de migraña, presión arterial alta o glaucoma deben evitar esta postura, ya que implica una inversión parcial de la cabeza y puede provocar un aumento del flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que puede agravar estos problemas.
Las mujeres embarazadas deben abstenerse de practicar bakāsana, ya que puede suponer un riesgo para el feto y para la madre, especialmente en los últimos meses de gestación.
Y finalmente las personas con hernia de hiato, úlcera gástrica o reflujo gastroesofágico deben tener precaución al hacer esta postura, ya que puede aumentar la acidez estomacal y causar molestias.
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