El nombre “Bhujaṅgāsana” proviene del sánscrito: “bhujaṅgā” significa “serpiente” y “āsana” se traduce como “postura”. Al realizar esta āsana, tu cuerpo se asemeja a una cobra levantándose del suelo, con la cabeza erguida y el torso arqueado.
¿Cómo realizar el āsana?
Posición Inicial:
Túmbate boca abajo en tu esterilla de yoga y coloca las palmas de las manos debajo de los hombros; asegúrate de mantener los empeines apoyados en el suelo, mientras que tus piernas permanecen separados al ancho de las caderas.
Elevación del cuerpo:
Inhala profundamente e impúlsate con los brazos para elevar suavemente el pecho y la cabeza hacia arriba. Mientras tanto mantén la zona del pubis y la cadera en contacto con el suelo, estira con firmeza los brazos y arquea la espalda, tus extensores se activaran, siente la fortalece de tu cuerpo.
Acomoda los hombros:
Lleva los hombros hacia atrás y saca el pecho.
Variantes de Bhujaṅgāsana
Ardha Bhujaṅgāsana (media cobra):
Desde bhujaṅgāsana, flexionas los codos.
Salamba Bhujaṅgāsana (Postura de la esfinge):
Apoya los antebrazos en el suelo, justo debajo de los hombros, imita la posición de una esfinge egipcia.
Esta variación es ideal para principiantes y de forma progresiva fortalecer la espalda.
NOTA: Recuerda que las imágenes son solo de referencia, no compares ni tu cuerpo ni tu práctica de āsana.
Beneficios del āsana
Fortalece la espalda, los brazos y los hombros.
Estira la columna vertebral y mejora la postura.
Abre el pecho y los pulmones, facilitando la respiración.
Estimula los órganos abdominales y digestivos.
Consideraciones importantes
Evita bhujaṅgāsana si tienes lesiones en la espalda o hernias.
No fuerces la flexión de la espalda; ve gradualmente. Escucha a tu cuerpo y modifica según tus necesidades. Recuerda siempre practicar con conciencia y respeto hacia tu cuerpo. ¡Disfruta de tu práctica, Namasté!
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