Vṛkṣāsana, también conocida como postura del árbol, es una de las āsanas más populares y sencillas del yoga. Su nombre proviene del sánscrito vṛkṣa, que significa árbol, y āsana, que significa postura. Esta āsana representa la estabilidad y la gracia de un árbol, que se mantiene firme con sus raíces en la tierra y sus ramas hacia el cielo. Vṛkṣāsana es una postura de equilibrio que integra el cuerpo, la mente y la respiración, y que tiene un significado simbólico y espiritual. Se dice que esta postura ayuda a conectar con la naturaleza y a desarrollar la confianza y el autocontrol.
Para realizar vṛkṣāsana, se debe seguir estos pasos:
Comienza de pie sobre tu esterilla de yoga en tāḍāsana, con los pies juntos y los brazos a los lados del cuerpo.
Fija tu mirada en un punto delante de ti para facilitar tu concentración y mantener el equilibrio.
PRIMERA OPCIÓN: Transfiere todo el peso del cuerpo sobre la pierna izquierda y levanta lentamente el pie derecho hasta apoyar la planta del pie en la parte interna del tobillo.
SEGUNDA OPCIÓN: Si te sientes estables y firme con la primera opción puedes optar por levantar lentamente la pierna derecha, flexionando la rodilla, hasta colocar la planta del pie derecho en la parte interna de la pantorilla o gemelo.
TERCERA OPCIÓN: El peso del cuerpo sigue estando sobre la pierna izquierda pero esta vez con la intención de ubicar la planta del pie derecho en la parte interna del muslo izquierdo.
Presiona el pie derecho contra el muslo izquierdo y el muslo izquierdo contra el pie derecho, creando una tensión que te ayude a estabilizarte. Intenta llevar la rodilla derecha hacia atrás y hacia fuera, abriendo la cadera en una rotación externa.
En cualquiera de la tres opciones puedes optar por juntar las palmas de las manos en el centro del pecho, en posición de oración o añjali mudrā, eleva los brazos por encima de la cabeza, juntando las manos o separándolas a la anchura de los hombros. Mantén los hombros relajados y la columna alargada.
Respira profundamente y mantén la postura durante 30 segundos o un minuto, según tu capacidad.
Exhala y baja la pierna derecha y los brazos, volviendo a la posición inicial.
Repite el mismo proceso con la otra pierna, cambiando de lado.
Vṛkṣāsana tiene múltiples beneficios para la salud física y mental. Algunos de ellos son:
Fortalece las piernas, los pies, los tobillos, los muslos, el abdomen y la espalda, mejorando la postura y la alineación corporal.
Abre las caderas, aumentando su movilidad y flexibilidad, y previniendo el dolor y la rigidez.
Mejora el equilibrio y la coordinación, tanto a nivel físico como mental, al requerir atención y concentración.
Estira los hombros, el pecho, las ingles y la columna, favoreciendo la circulación y la respiración.
Estimula los chakras de la raíz, el sacro y el corazón, armonizando la energía vital y la conexión con la tierra y el cielo.
Vṛkṣāsana es una postura apta para todos los niveles de práctica, siempre que se respeten las limitaciones y las sensaciones de cada uno. Se recomienda practicarla con regularidad para disfrutar de sus beneficios y mejorar el rendimiento. También se puede variar la postura, modificando la posición de las manos, los brazos o la cabeza, para añadir más desafío o diversión. Vṛkṣāsana es una postura que te invita a sentirte como un árbol, firme, flexible y en armonía con la naturaleza. ¿Te animas a probarla?
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