Triṇī vīrabhadrāsana, es la última āsana de la serie de los guerreros. Se trata de una āsana de equilibrio intermedio en la practica del yoga, que crea estabilidad en todo el cuerpo. Lleva el nombre del guerrero mitológico hindú, Vīrabhadrā, una encarnación alta, oscura y poderosa del dios Shiva. Vīrabhadrā se representa con mil cabezas, mil brazos y mil ojos llameantes, y encarna el poder feroz requerido de un guerrero.
¿Cómo realizar la postura?
Colócate frente al tapete en uttānāsana, transfiriendo bien el peso del cuerpo sobre ambas plantas de los pies. Inicia elevando la pierna derecha, así que tu pie izquierdo será tu base.
Flexiona ligeramente la rodilla de la pierna de base y comienza a inclinar tu torso hacia el frente.
A continuación sigue inclinando tu torso y desplazando tu peso hacia adelante al mismo tiempo que levantas del piso la pierna de atrás, ese pie lo puedes activar en flex (dorsiflexión) o en punta (flexión plantar), según te resulte más cómodo. Busca hacer una línea horizontal con relación al piso con tu torso y tu pierna de arriba.
En principio puedes colocar tus manos en añjali mudrā (juntado palmas de las manos al centro del pecho) o estira los brazos al frente a la altura de tus hombros y mira al horizonte, puntualiza tu dṛiṣhti.
Mantener la postura por varias respiraciones o según lo que requiera o permita tu cuerpo, lo importante es no llegar al punto de tensión. Repetir del otro lado siguiendo las mismas indicaciones.
¿Qué observar dentro del āsana?
Que ambas piernas estén muy firmes y estiradas.
Mantener peso sobre los dedos del pie de base evitando llevar el peso solo al talón, para evitar que la rodilla se sobre-extienda.
Alargar tu espalda y tu columna compactando tu abdomen.
Alargar el recto abdominal desde el pubis hacia el esternón.
Mantener los brazos estirados y la mirada hacia abajo o hacia dedos de las manos.
Beneficios
Fortalece los músculos de las piernas, espalda, abdomen y hombros.
Trabaja a consciencia el equilibrio y la expansión del cuerpo en el espacio.
Fortalece la voluntad.
Cuidados y modificaciones
Es importante no exagerar la curvatura lumbar.
Es preferible que la pierna de arriba no suba tanto a que se genere tensión en las caderas y la espalda baja.
Se puede realizar a la pared o con una silla.
Si se experimentan molestias a nivel de las cervicales, lo recomendable es mantener la mirada puede ir al suelo.
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