Esta āsana es una de las más comunes en la práctica de yoga, llamada también la postura del primer guerrero. Primero vamos a dar un pequeño recorrido histórico... Se dice que el héroe Vīrabhadrātenía como misión enseñar a Drona a vencer su orgullo y odio. Sabía que la tarea no era fácil y tuvo primero que contactar con su autoconfianza, tocando base con sus piernas y elevando la energía de sus brazos hacia el espacio de arriba como diciendo “tengo la certeza que quiero y puedo”.
¿Cuándo practicarla?
Cuando tengas la necesidad de sentirte con los pies bien puestos en la tierra y al mismo tiempo sentir tu energía en expansión para cubrir tu necesidad de seguridad y confianza.
Ejecución del āsana
Desde tāḍāsana, lleva la pierna izquierda hacia atrás, marcando un ángulo de unos 45 grados aproximadamente, recuerda que esta es solo una indicación referencial, ya que el ángulo o ubicación del pie puede variar, dependiendo de factores como movilidad del tronco y las caderas.
Luego mantén firme la pierna de atrás presionando la planta del pie contra el piso, a la vez que busca elevar las caderas con la fuerza de las piernas.
Las dos caderas se alinean hacia el frente, notando con mas claridad como llevas hacia delante la cadera de la pierna de atrás.
Observa que el ángulo de flexión de la pierna de enfrente permita mantener la rodilla en línea con el tobillo y la espinilla vertical.
A partir de tener piernas y cadera estables, el torso y brazos se alargan profundamente hacia arriba.
Mantén primero la mirada al frente y posteriormente podrás levantar la mirada en dirección de las manos.
Sostienes la postura de 15 a 30 segundos notando tu respiración fluida y en calma.
Modificaciones para casos específicos
Si estando de pie es difícil elevar los brazos, coloca las manos en las caderas o manos al centro del pecho en añjali mudrā, juntando las palmas de las manos.
En tus primeras practicas mantén un distancia corta entre la pierna de atrás y la de enfrente, de manera que te permita mantener los dos pies bien asentados en el suelo.
Beneficios
La columna vertebral se rejuvenece al extenderse y flexibilizarse.
Se alargan y tonifican los músculos abdominales y los del torso.
Fortalece las piernas y mantiene la cadera estable y firme.
Genera un sentido de confianza, estabilidad y determinación.
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